Puede haber pasado mas de seis o siete años desde mi última analítica sanguínea. Así que la semana pasada fui a recoger los resultados con cierto temor, todo hay que decirlo. Antes, para mí, hacerme una analítica era un puro tramite nada mas. Ahora que ando con mis cuarenta y sietes años, y después de tanto años sin saber de mis niveles, pues de verdad, iba con un yuyu algo preocupante.
Bueno, todo bien, a excepción del colesterol, alto como para cuidar mi alimentación y tomar una pastilla por de noche. Le dije al médico que hago unos setenta kilómetros a la semana de carrera de a pie, voy al gimnasio, no tomo fritos, es decir que me cuido. Pero al parecer es de genética el asunto y esto es lo que hay. No me ha prohibido el correr, y que siga como hasta ahora.
Me pregunté al salir de la consulta el que sería de mi si no hubiera abandonado mis hábitos de fumador hace ya casi veinte años. Si no hubiera truncado el sofá y las barras de bar por correr miles de kms en todos estos años. ¿Me hubiera muerto ya? o ¿me habría dado algún infarto como a otras personas de mi edad mas o menos que conozco? no se sabe, pero hubiera tenido mas probabilidades de ello si no me hubiera dedicado en mis tiempos de ocio y no ocio a entrenar y correr maratones. Si ya se, que los corredores también mueren por infartos de miocardio o sufren esa dolencia, conozco ambas casos de un par de amigos maratonianos. Pero si nos ponemos a pensar en ello, apaga y vayámonos.
En fin, que eso de decir que como soy corredor a mi no me va a pasar eso, pues como que no. Nadie está libre de pecado, pero que vamos a tener menos probabilidades practicando nuestro correr a diario, eso si, así que corramos y estemos alegre. No dejemos atrás nuestras analíticas y pruebas de esfuerzo, algún bien nos hará.