"No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado". Toni Lastra (Corredor, escritor o viceversa)
Por cada corredor que recorre el mundo participando en maratones, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.

Doctor George Sheehan, corredor y filósofo.

domingo, 28 de junio de 2009

Las personalidades del corredor



Repasando entre mis carpetas de corredor, donde guardo recortes de prensa, folletos y un largo etcétera de todo lo relacionado al correr, encontré este folleto, espero que os guste y a ver con cual os sentéis mas identificado.Añadir imagen
LAS PERSONALIDADES DEL CORREDOR:

Cuando decidimos pasar a una vida distinta e incluimos en este cambio la práctica del atletismo, pasamos por una transformación muy curiosa. Desde aquella figura sedentaria hasta la figura atlética y predispuesta a recorrer kilómetros sin ningún complejo, se perfilan una serie de cambios que pueden darnos una visión bastante bien distinta de nosotros mismo ante el espejo y ante los demás. Sin embargo, no todos los practicantes de atletismo han realizado una metamorfosis completa. Algunos han partido de un punto intermedio; otros, en cambio, desde el principio. Sea como fuere, daremos vía libre al sentido del humor y que cada uno se identifique con cualquiera de estas personalidades.

EL PRINCIPIANTE:

Es la fase mas difícil, ya que no solo debemos de adaptar nuestro cuerpo a la nueva rutina, sino que además el estilo de vida cambia gradualmente. Es posible que a nuestro principiante sus amigos y familiares no le apoyen mucho, ya que, o bien el atletismo no entra en sus vidas o ven su nueva actividad como un capricho temporal. Nuestro corredor es poco constante, si hace mal tiempo, no correrá, o buscará cualquier excusa para no hacerlo. Cualquier tentación será fácilmente aceptada por su voluntad: una invitación al cine a su hora habitual de entrenamiento, deslices en la dieta que acaba de imponerse. ¿Lo mas difícil para él?. Entrar en un concepto de disciplina y autocontrol.

EL AFICIONADO:

Empieza a disfrutar corriendo. Puede incluso haberse creado un grupo de compañeros de fatiga y ninguno de ellos tienen aún grandes pretensiones. La salud y el divertimiento son sus objetivos. Los planes de entrenamientos no entran en su rutina. Esta es una etapa donde nuestro protagonista intenta imitar ciertos aspectos y gestos que ven en los corredores más experimentados y donde el ansia por progresar en su nuevo "hobby" le llevará a pedir consejo a compañeros con más tablas y dedicación. Las lesiones son un factor determinante en su moral, pueden desanimarle por completo o generar un estado de angustia y ansiedad que le provoquen un empeoramiento de su estado, Correr es algo que le divierte y no va a dejarlo por una pequeña molestia aquí o allá.

EL "CARRERAS":

Nuestro personaje empieza a conocer el mundillo atlético y a documentarse de manera indiscriminada. Corre cualquier carrera que se le ponga por delante sin fijarse en distancia, calendarios o intensidad. No entrena con un objetivo, pero entrena, ¿para que?, ganar a su grupo de amigos y vivir el ambiente de las carreras. Suele sobreentrenarse y sufre lesiones con frecuencia. Sin embargo, vive el atletismo intensamente y eso a veces le provoca cierto excesos que se le lleva a estados periódicos de irritabilidad.

EL CORREDOR:

Con mas experiencia, nuestro amigo sabe establecer periodos de entrenamiento y de descanso. Utiliza las competiciones como preparación para otras mas importante y es consciente de sus propias limitaciones. Empieza a plantearse ser dirigido por algún monitor o entrenador e incluso forma parte de un club de atletismo.

EL ATLETA:

Punto y final. Ha conseguido la transformación completa. Sabe establecer los periodos de recuperación dirigido por una persona especializada, y lo que fué una rutina de ocio se ha convertido practicamente en una "profesión". Conoce su cuerpo y sabe interpretar sus avisos y prever cuándo debe bajar intensidad y de qué forma hacerlo. Es disciplinado y se plantea unos determinados objetivos y para ello utiliza una planificación anual que le lleven a conseguirlo. La falta de apoyo familiar y de su círculo de amigos se ha convertido en admiración. Ya no es un viejo pasajero, es un atleta y, como tal, es tratado con respeto incluso por aquellos que no veían la práctica atlética como algo posible en su persona




domingo, 21 de junio de 2009

Reflexiones de George Sheehan


“¿Quien soy? Déme una mirada.


Soy un corredor. Años atrás, esta afirmación habría significado para mí poco más que la elección accidental de un deporte. Una actividad con que llenar parte de mi tiempo libre elegida por una razón tan superficial como la actividad en sí.

Ahora estoy más entrenado. El corredor corre, no porque es demasiado delgado para el rugby, porque no tiene la suficiente habilidad para hacer pasar una pelota a través de aro o porque no puede acertar con el bate a una pelota.

Corre porque tiene que correr. Porque siendo un corredor, avanzando a través del dolor, del sufrimiento y la fatiga, al imponerse un esfuerzo tras otro, al eliminarlo todo excepto lo necesario para la vida, se realiza a si mismo y se convierte en la persona que es.

He abandonado muchas cosas en este proceso de transformación. Ninguna fue un sacrificio. Cuando algo se hizo claramente prescindible, no hubo problema en pasarme sin ello. Y cuando algo se hizo claramente esencial, no hubo problema en aceptarlo junto con todo lo que representara.

Desde fuera este mundo del corredor no parece natural. El cuerpo, castigado; los apetitos, negados; las satisfacciones, diferidas; las motivaciones que impulsan a muchos hombres, ignoradas.

Veo esta simplicidad como mi perfección. No obstante, a los ojos de mis observadores la imagen es completamente distinta. Mi éxito en apartarme de las cosas y de la gente, de las ambiciones y deseos corrientes, es visto como descuido y desinterés, como prueba de desapego y de deseo de no comprometerme ni colaborar.

Que le vamos a hacer....Una más amplia visión del mundo podría incluir la posibilidad de que tales personas son necesarias. Que el corredor que arde solo con una llama en una carretera solitaria se comprometiera y colaborara. Y mientras que un mundo compuesto únicamente por corredores sería impracticable, no se podría vivir en un mundo desprovisto de ellos".

jueves, 18 de junio de 2009

Buenos corredor@s



















Silvia

El Martes iba iba en el bus, camino a casa. A las 7 de la tarde, esa hora donde me reunía no hace mucho con las gentes de mi club, y vi haciendo arena a mi amigo Antonio Blanco, en solitario, salteando a las niñas en stop-les o como se diga y a un ritmo que yo mas quisiera. Me alegré por el, promete hacer un buen Veleta, su buena forma así lo indica. Me hubiera gustado estar ahí con el, pero ahora me es imposible.
No se el porque, pero siempre voy atento a las aceras o caminos, a ver si conozco a tal o cual corredor, y en caso de no ver alguno, cosa ya rara, a imaginarme que estoy corriendo por esos sitios. A pesar de haberlo hecho bien temprano, siempre me imagino el estar corriendo, y es que tengo el veneno metido en la sangre, correr, correr....
Llevo cinco mese que no levanto cabeza, a pesar de correr mi hora diaria, no vienen esas sensaciones de las que el correr sea aun mas sencillo. Pero de todas formas, he salido de peores, y se que con mi empeño vendrán.
Desde aquí felicito a mis amigos que han corrido en la Calahorra, todavía no he podido leer sus entradas, pero sin duda no se me van a escapar. Tambien felicitar a nuestra corredora del Playas de Malaga, Silvia, que ha sido una de las afortunadas en correr la maraton de Nueva York gracias a completar el circuito de carrera de la Junta de Andalucía, donde se ha currado un gran puesto y ganar el viaje y dorsal.

Salud, kms y un gramo de locura


sábado, 6 de junio de 2009

Sigo corriedo a diario....


Me vais a disculpar, de ahora en adelante, no responderé a los comentarios, excepto al de aquél que me haga una pregunta. Prefiero entrar en vuestros blogses y comentaros, por desgracia, o por suerte ando escaso de tiempo y mis labores están lejos del ordenador. Cuando puedo entrar en él, mi mujer está ocupada con las teclas (compartimos el ordenador), así que espero vuestras disculpas.

A pesar de mi escasez de tiempo, no dejo de correr, ese acto es para mi necesario, y pocas cosas me lo impiden hacer. Hoy sábado he corrido durante una hora y cuarto, y ha sido en los últimos 10 minutos cuando me han aparecido estas molestias “raras” en mis isquios. Me alegro de ello, porque antes me aparecían a los 25 minutos de carrera. A diario, corro a las siete de la mañana, así pues tengo todo el día para mis labores, aparte de que me quito de correr con toda la calor que hace ya en Málaga. Lo peor de correr a estas horas temprana, son la de los típicos holgazanes y maleantes que están de moraga a diario en las playas, aburridos ya de versen las caras, ven a un corredor de pasar y empiezan con los tonteos típico made in España. El verano trae eso, pero en fin, a palabras necias, oídos sordos.

Tengo el objetivo puesto en correr una maratón en otoño, todo se verá según evolucionen mis isquios. Mi entreno va a consistir en hacer kms, tiradas largas y un par de días de farleck, para salir de la rutina, además de ser un tipo de entrenamiento que me encanta. Sigo corriendo en solitario, todavía no estoy a la altura de mis compañeros, espero que sea pronto y compartir los domingos con ellos.

Salud, kms y un gramo de locura