
En febrero del 2001, un miércoles me hice un rápido viaje a Valencia con Mary Carmen. Día cerrado en agua nos fuimos en mi ce quince un día cerrado en agua y frío. El domingo anterior, en Puente Genil (Córdoba) había logrado mi mejor registro en media maratón con 1h 28, preparándome para el MAPOMA me encontraba en una forma esplendida. El desplazamiento fue algo lento, pues yo al volante no suelo pasar de los 110 Km. si no es para algún adelantamiento, y mi precaución era doble por lo lamentoso del día.
No viajo todo lo que me gustaría, y si me desplazo de un lado para otro es para correr en alguna competición ya sea media o maratón. Pero lo que me preocupaba de este viaje de tres días era buscar sitio para correr. En este caso lo tenía muy fácil, pues llevaba años releyendo La columna de Andrópolis de Toni Lastra, en el cual menciona en un capítulo titulado Cauce, antiguo paso del río Turia y actual parque, donde existe un circuito precioso para correr. Así pues pedí en la agencia un hotel junto al Puente del Ángel Custodio, para que así me fuera más fácil echar a correr.

Lo cierto es que después de palizon de viaje, lloviendo sin parar y todas las vueltas que di por Valencia para dar con el hotel y lograr aparcar, a eso de las 5 de la tarde, solté las maletas y sin chubasquero, pues se me olvidó, salí hacia ese Cauce que me esperaba. Me daba la impresión que hasta conocía el circuito, pues de tanto leer el susodicho libro de Lastra, me parecía haber estado allí antes. Deje el Puente del Ángel Custodio y me metí en ese parque maravilloso, lloviendo generosamente pero disfrutando de un sitio estupendo. Me propuse subir hasta que el reloj me marcara la media hora justa y luego volver sobre mis pasos, cosa que hice. Me crucé con algunos corredores y me dije a mi mismo que quizás algunos de ellos había corrido el Maratón Popular de Valencia el anterior domingo, organizado por Correcaminos. Disfruté de este recorrido como niño con zapatos nuevos, bello circuito para correr y a pesar de estar cansado después del viaje, me empapé de agua y buenas sensaciones. Buen circuito que tienen los valencianos y en un sitio tan céntrico.
Al día siguiente no pude repetir, tenía cosas que hacer, la única ropa de correr y zapatillas estaban empapadas y al medio día debía de dejar esta ciudad, de la cual lo único que pude contemplar por una hora fue su bello cauce, prometiéndome volver en otra ocasión. Quizás, y siempre lo he querido hacer, el primer Domingo de febrero del 2009 corra ese gran maratón, el de Bostón pero en Europa.