DEL CUATRO AL TRES

Acabo de terminar mi entreno de 25 kms por montaña. El calor ha sido, un día más, nuestro mayor contrincante. La sed nos ha acompañado kilómetro tras kilómetro. El sol nos ha castigado con toda su crudeza en muchos tramos. Un día mas, hemos completado nuestra carrera larga, pero a un precio muy alto, pues el cansancio me hizo mella ya en el km 21, justo donde empieza la temida cuesta del 4 al 3. Tenía dos opciones, una era subir andando ese temible kilómetro y luego terminar los 3000 metros últimos a ritmo, o subir como pueda, sin parar y los últimos kms acabarlos agotado. De la forma en que iba, me decidí la primera opción, y bien que hice, pues los últimos tres kms los hice a buen ritmo.

No me gusta en mis entrenamientos por esta ruta, andar ese temible tramo. Pero hay veces que no y no. Tus piernas te piden a grito recuperar, hinchadas y duras como piedra, es imposible dar un paso más y obligatoriamente paras. No es la primera vez que he estado en esa situación en ese kilómetro tan sufrible, pero muchas veces me he encontrado mejor y lo he hecho corriendo e incluso repitiéndolo en la misma jornada para completar los 32 kms.

Ya se me ha atravesado ese maldito kilómetro, la semana próxima prometo repetir, pero esta vez me voy a pelear con el, y del cuatro al tres lo haré corriendo, como hay que hacerlo…sin prisas, pero sin pausa.