Correr nos hace mas fuerte

Foto: Mi amigo Toni Lastra, que me hizo focalizar el correr como un estilo de vida desde 1998

Sal a correr y a disfrutar. Marcarte un objetivo y un reto asequible, pero que no sea fácil y sencillo, como por ejemplo llegar a que cada domingo corras un poco mas lejos. Hazte con un buen plan de entrenamiento, si te puedes permitir costearte un entrenador, mejor que mejor pero éso no es imprescindible. Escucha tu cuerpo (George Sheehan), aliméntate sanamente y olvídate de dietas. Si comes variado y las justas porciones y suma minutos o kilómetros, tu cuerpo se transformará. Únete a un grupo de corredores competente, donde haya buena armonía. No te de miedo a correr solo y dejes de correr ése día porque tu compañero te falle. Lucha contra la pereza, tú eres mas fuerte, lo peor es salir a la calle, una vez fuera todo cambia. El inicio siempre es duro, muy duro, pero en ocho semanas nuestro cuerpo coge ése hábito y ya es difícil desprenderse de él.

Gracias a éste bum del Running, salir con pantalón corto y unas zapatilla por tu barrio para salir a correr, ya no es motivo de risa. Si que es verdad que siempre habrá graciosos, pero esos son ya los menos, son mas bien envidiosos que carecen de voluntad y no saben de que modo entretenerse sanamente. 

No todo el monte es orégano, correr es un deporte bastante duro, pero sus beneficios son muchos, físicos y mentales. Cuesta mucho correr, yo siempre digo que no es sencillo. Ahora más lo digo, cuando después de casi dos temporadas sumergidos en lesiones, me está costando mucho arrancar. Aveces me pregunto el como fui capaz de correr trece maratones, nueves por debajo de las 3h 30 y el mas rápido un MAPOMA en 3h 6. o correr medias a 3´54 los kms. Todavía valoro mas ahora lo que hice y eso me da mucha motivación para mi avance diario. 

No me avergüenza mi lentitud, se de que va ésto, todo es cuestión de no acomodarme en el sofá, de no vivir del pasado, de disfrutar con el día a día y la satisfacción de haber completado mi día de correr, mi semana x de x y de esa ducha después del esfuerzo percibido. Soy de los que piensa que el mundo no se hizo en seis días y soy del que cree en el esfuerzo, en las dos modalidades, en la de corredor y en la vida diaria. Mis padres me lo enseñaron, son mis ejemplo a seguir. Nadie te da nada, todo lo debes de conseguir uno mismo, y correr nos hace ver la vida de distinta forma, nos devuelve a la realidad, pero nos evade de ella. Es difícil de explicar, pero si hay tanta afición al correr es por algo.

Correr 10 km a diario, es el mejor antidepresivo existente, os lo aseguro, correr nos hace ser mas fuerte.

Capacidad se sufrimiento

No, correr no es fácil ni sencillo, por lo menos al principio. De ser una persona sedentaria, aunque tú trabajo sea físico, a convertirte en corredor hay más o menos un prolongado trecho. Pero eso no quiere decir que sea imposible, si quieres y es tu voluntad, lo conseguirás y te convertirás en un corredor. 

Lo que hay que tener asimilado desde que te calza las zapatillas, es que vas a sufrir y tienes que dominar ese dolor. Pero no nos asustemos, no quiero decir con ello que correr será un acto de tortura, solo que nuestro cuerpo empezará a quejarse desde el primer momento y debemos de dominar la situación. Si lo hacemos con dignidad, es decir, a un paso en que podamos dominar  una respiración mas acelerada, importándonos un comino que nos adelante todo el mundo y concentrándonos en no alargar la zancada y alternando andar y correr, lograremos nuestro objetivo. Los aspirante a corredor deben de saber que todo aquel que domina el arte de correr durante bastante tiempo, empezó de ese modo.

Ahora, con éste nuevo brote del running (y digo nuevo porque ya hubo uno primero a mediados de los 70), hay una cantidad de información para iniciarse como corredor algo descomunal. Libros a doquier, revistas e internet. Así que no voy a ser yo el que os diga como iniciarse en el apasionante mundo de la carrera de a pie, ya que la información es abundante para nuestra suerte. Pero lo que si tenemos que tener muy claro es lo del sufrir e intentar de ir dominando la situación, de no meter la pata y querer correr como nuestro vecino desde el primer día. Debemos de entrenar nuestro cerebro para que cuando nos llegue la señal del ¡para ya!, no paremos, siempre que el esfuerzo sea el adecuado para nuestro nivel inicial.

Por mi experiencia, os puedo decir que tenemos derecho a la fatiga y acostumbrarnos a ella, pero siempre empezando con unos buenos cimientos. Así, con el paso de los meses, entrenaremos nuestro corazón, nuestras piernas y nuestra capacidad de sufrimiento.

Salud y kilómetros 

Un corredor sencillo

¿Quien entiende a los corredores? ¿Comprenden nuestras obsesiones? (si se les puede llamar así). Difícilmente un no corredor nos van a entender, es complicado de explicar y si me permiten un consejo, procurar de no convencerles de nada, ni siquiera a gentes cercanas a nosotros. Explicarles que te levantas a las cinco de la madrugada para entrenar en un frío mes de invierno, hacer series o lo que toque, ducharte y salir pitado para el trabajo es de no estar muy cuerdo...según ellos. O al revés, salir del trabajo y calzarte las zapatillas y llegar a casa a las diez de la noche...explicarles éso es una tarea bastante difícil y que lo entiendan es prácticamente imposible. Amigos, no malgastar palabras y menos dar explicaciones, si os preguntan, una de dos, o que están muy interesado en el tema (eso se nota) o que tienen ganas de reírse un poco y darle al palique en nuestras espalda.

El sueño que siempre he tenido de corredor es de llegar a jubilarme y seguir corriendo, es decir, tener todo el día para correr cuando me vengan ganas, tomarme un par de buenas cervezas y coger un libro bien gordo y perderme durante el día. Escaquearme de casi todo y vivir como un ermitaño con ciertas libertades respecto al tema, es decir, tener una silla siempre libre para la visita de un gran amigo. 

Es complicado que me entiendan, creo que hasta los corredores les costaría entenderme, ni tanto ni tan poco me pueden decir. Si, es verdad...ni tanto ni tan poco, una cosa media...

Soy un corredor sencillo, no quiero un alto cargo en ningún lado, ni un puesto con mucha responsabilidad. No quiero más cosas que las necesarias, no soy un buen partido para nada ni para nadie, solo me considero un corredor esforzado y un aprendiz de buena persona, como dice mi buen amigo Lastra. Correr me ha aportado siempre lo que he estado buscando, ahí, en ese trance, tengo las respuestas de todo. No me hace falta iglesias para encontrarme con Dios, ni irme a la montaña para estar solo conmigo mismo, mi hora diaria de carrera me lo aporta todo, o casi todo, lo suficiente para entender el significado de muchas cosas.

Corredor longevo

Dr. George Sheehan 

No soy un corredor excepcional, hubo un tiempo en que mi esfuerzo era compensado por lograr buenas marcas, en donde el cronómetro era mi aliado, pero éso dejó de existir. De ser un corredor con buenas marcas he llegado a convertirme en uno principiante. Como me considero una persona humilde, no me da reparo decirlo. Siempre he comparado el correr con la vida misma, hay épocas dorada como la niñez y adolescencia, luego viene la vida real y mas tarde, a partir de los treinta y pocos empiezan los golpes, que vienen de poco a poco y van a más según en que cosas. Según nuestra fortaleza emocional, vamos superando etapas y si somos fuerte, salimos a flote, con sus huellas dejadas en nuestra alma y físicamente, pero salimos. 

Bueno, pues correr es así, y si creemos que siempre vamos a correr a ritmo de 4 los kilómetros, que vamos a seguir años tras años con una media semanal de 90 km, vivimos en una nube y es posible que cuando empiece nuestro deterioro físico, que llega y tenerlos por seguro, no tenemos otra que o dejar de correr o adaptarnos a nuestra situación actual.

 Os aseguro que si despertamos del sueño eterno, si lo que nos gusta es correr, sentir el viento helado en nuestras mejillas y manos, correr bajo una copiosa lluvia o correr en una tarde de verano, cuando el sol ya se va y nuestro sudor no deja de empaparnos nuestras zapatillas a consecuencia de ese interminable goteo, si es éso lo que nos gusta, estáis o estamos en el mejor de los caminos, en ser un CORREDOR LONGEVO . ¡Que dos grandes palabras...corredor longevo! la eterna juventud, la mejor manera de desfogarnos de nuestros fracasos, la mejor forma de decir ¡hola! al día...la mejor forma de alejarnos del consultorio médico.

Disfrutemos de nuestros momentos como corredor, de nuestro mejor estado de forma, disfrutemos de ése volver a empezar después de una gran lesión, de ese cansancio, de esos resoplidos, disfrutemos de cualquier etapa de corredor, cualquiera es válida os lo aseguro y más si sois humildes. No dejemos de ser corredor porque no nos acompañe los minutos por kilómetros, disfrutemos del momento, por algo somos diferente ya que corredor no lo es cualquiera, esa palabra tiene mucho peso y no se gana en un día, ni en un año, corredor se es toda la vida.

Soy corredor y ademas bloguero

Dr.George Sheehan en pleno esfuerzo

Después de todos estos años escribiendo en éste blog, me he dado cuenta de que no lo he cerrado porque me gusta escribir, malamente, pero me gusta. Escribir un libro no sería una gran decisión ya que no tengo la soltura necesaria como para desarrollar un texto que no aburra al lector. Otra es, que no tengo la suficiente habilidad para crear un personaje ficticio y crear un mundo en torno suyo. No, no me considero escritor. ¿Y escribir un libro sobre el mundo del correr?, pues tampoco, hay tantos y tan bueno que saturan el mercado, además, tampoco estoy preparado para hacer una tesis sobre ello. Creo mas bien que hay un montón de libros escritos en habla inglesa que serían muy aconsejable traducirlo en español y grandes entrenadores como Antonio Postigo que nos haría un favor enseñarnos su sabiduría en el tema del aerobismo.

Pero me gusta escribir en mi blog sobre mi gran pasión por el mundo del correr. Es como contarme a mi mismo que ésto no es un solo pasatiempo, que ésto de correr es mas serio y mas necesario para mi persona de lo que a simple vista parece. Ser corredor me hace entender la vida, o mejor dicho, a luchar en esta jungla de asfalto sin desfallecer en el intento. Como dice una amiga, correr da alas a tu mente y éso es difícil de explicar a personas que no practican este sano deporte aeróbico. Aunque el número de corredores han aumentado y van en aumento, todavía escucho cosas por ahí sobre éstos locos que corren, cosas desagradables y peor aún, te gritan e insultan desde los autos o motos, e incluso intentan atropellarte, y lo digo por experiencia. 

Unas entrada atrás la dediqué a mi circuito de 1300 metros, hablé mal de él y ahora me gusta y me encuentro cómodo corriendo allí, vuestros comentarios me empujó a entender lo que es correr en circuitos cerrados. Así que otra cosa de él porqué me gusta escribir en mi blog es por vosotros, sois fuentes de inspiración además de dar aliento en momentos de bajones autodestructivos. 

Creo que éste va a ser una mejor primavera y verano que el anterior, lo huelo y lo intuyo. Mi pasión por el correr no decrece, todo lo contrario, se mantiene e incluso va en aumento.

Bajón

Para mi persona, mi blog es el espejo de mi alma. En él describo mi situación actual, las sensaciones que detecto en mi interior, para bien o para mal. Ahora llevo un año inusual en toda mi trayectoria como hombre Runner. A pesar de salir casi a diario, de intentarlo día tras día, no puedo. Se me ha olvidado como se corre, mis fibrosas piernas ( en cierta ocasión me dijo un fisio que tengo mucho potencial en ellas) son como dos bloques de hormigón, como dos piezas de plomos, como dos potentes imanes sobre una viga de hierro. Mi fuerza mental me impide muchas veces proseguir y desisto, me digo ¡basta Paco! y me marcho para casa con una depresión  de camello. La cuestión es que al día siguiente lo intento, aveces voy mejor y otras a peor, pero salgo ahí afuera. 

Mi temporada 2010-2011 fue la mejor de éstos últimos años. Me puse a las ordenes de Dani Peréz, gran atleta malagueño y gran persona, porque estaba pasando una situación muy parecida. Con su plan personalizado y por mediación de correos, me daba esos empujes necesario en que me hizo salir a flote y correr muy cómodo, corriendo mi maratón número 14 en un tiempo muy aceptable. Si no llega a ser por los calambres, hubiera estado por debajo de las 3h30. 

Pero después hubo cambios fuertes en mi vida personal, la crisis y las lesiones que he ido para atrás, hasta mi actual estado de forma. Por mi experiencia de corredor (éste año cumplo la mayoría de edad como tal), se que ésto que estoy pasando es una mala racha. Todos los días se aprenden cosas, de vuestros comentarios por ésta vía, por las redes sociales, etc y acepto y anoto todas vuestras sugerencias y opiniones. Las anotaré en mi cuaderno de corredor. Lo mejor de todo es que soy terco como una mula, y nada ni nadie hace que abandonen mis objetivos. El correr me  ha dado mucho, me aporta mucho y no concibo mi vida sin patear por esos campos de Dios.

" Cada vez que corres creas la calidad de tu propia experiencia. Los corredores a menudo hablan de dolor, y desde luego si quieres puedes tener todo el que quieras simplemente llevandote más allá de tus propios límites cada vez que corras. Es tu decisión correr para castigarte o para disfrutar de tus sensaciones. Si como yo, eliges la última opción, cada carrera puede ser gozosa. Las palabras clave son “¡Tómalo con calma!” conviertete en corredor, gradualmente, pacientemente, relajadamente."

El Zen del correr

Si, competir está de moda

 Se puede correr sin competir, lo confirmo y así llevo un año. Voy al contrario de las masas, ahora que hay carreras a doquier, ahora, me da por no competir. Así soy yo, me gusta ir en contracorriente y no me gusta para nada las tendencias, modas o lo que sea. Quiero manifestar que ante todo, correr está de moda, por mucho que se empeñen en decir que no. Los que dicen que no, son los que se nutren de ésta moda de correr y competir, como por ejemplo  revistas especializadas, marcas de zapatillas y como no, los organizadores de las carreras. Recuerdo correr el MAPOMA por menos de 30 euros y me daban una tonelada de regalos en la bolsa de corredor y la organización era implacable. Recuerdo que la Media Maratón de Torremolinos era ¡gratis! y me daban una camiseta y algún recuerdo que otro y no sigo porque los mas veteranos en ésto de competir saben que llevo razón. Ahora cualquier carrera nos sale de media a 20 euros.

Si, lo sé, que en el fútbol se paga bastante mas y se llenan los campos y encima que pagan salen con un humor de perros porque su equipo no ha ganado y no estado a la altura. Todo eso lo sé y no piso un estadio de fútbol desde hace mas de dos década.

Las carreras hay que elegirlas bien, y escribo por mí, es solo mi opinión. Creo que hay que apoyar a las carreras de toda la vida, a las que han estado ahí a pesar de los pesares. Algunas de ellas han cambiado de organizadores, pero siguen siendo espectaculares y muy bien organizada. Las competiciones que salen nueva, no digo todas, pero si una gran mayoría, las organizan por ánimo de lucro. Y lo se de buenas fuentes, te gasta 20 euros y ¿que recibes a cambio? un botellín de agua y una camiseta de algodón o técnicas (a cualquier tejido que no sea de algodón  lo llaman técnica).

Eso de no competir no lo he hecho por todos esos motivos, soy corredor y me gustan las carreras y el ambiente que rodea. Puedo haber corrido mas de 50 medias y llevo 14 maratones, sin contar las de menor distancia. Cuando estoy en baja forma compito contra mí, y cuando estoy en buena también, sumando a ésto que quiero ganar a mis rivales de toda la vida. Lo de no competir ha sido por lesiones y ciertos cambios en mi vida, ayudándome también lo anterior escrito. 

Aunque correr está de moda, lo celebro con todas mis ganas, es una tendencia que hará éste mundo un poco diferente, para mejor sin dudarlo. Nos quita estrés, nos aparta de malas compañía, adelgazamos y nos hará, ademas de abrirnos la mente, una vida mas saludable. Pero éso no quita de que no me gustan los abusadores y los que quieren sacar tajada de ésto. Creo que pagar 125 euros por unas zapatillas es un precio abusivo, y pagar de media a 1 euro los kilómetros recorridos en competición lo veo un robo. Pero eso es lo que hay, no voy a cambiar el mundo ni es mi intención. Solo se que voy a elegir muy bien mis carreras, compraré mis zapatillas en ofertas y no las voy a cambiar a los 700 kilómetros, eso no lo he hecho en mi vida de corredor.

Salud, kilómetros y un gramo de locura.

Conocido por correr

Dr.George Sheehan

Días pasado tuve una conversación con un joven al cual no conocía, pero él a mí si. Me dijo que siempre me había visto haciendo deporte. Su edad ronda los veintipocos años y yo corro desde hace 18  aproximadamente, con lo que me puse a reflexionar que ésta juventud me conocen por el que soy ahora y no por la persona que era antes de dedicar mi tiempo libre a correr caminos.

Pequeñeces como éstas son las que me hacen sentir bien, nunca he alardeado de que hago ésto o lo otro, para mi no me hace falta. Antes de introducirme en el ciberespacio apenas sabían de mi, e incluso mis amigos mas próximos no sabían que me entrenaba para ese maratón en primavera, otoño e invierno. Me dedicaba a correr muchas temporadas en soledad, aveces lo prefería y alguna vez que otra tenía ese encontronazo con mis amigos en el circuito de montaña en los Montes de Málaga o por los paseos marítimos de mi ciudad. Había temporadas en la que entrenaba y vivía en plena soledad, que para mí no es mala compañera siempre que no sea por obligatoriedad, como también me ha ocurrido no hace mucho.

Si hay algo que me hace salir ahí afuera, es porque me encuentro a mí mismo. Converso en mi interior y aveces dejo mi mente en blanco. Otras dedico la primera parte de mi correr a desfogarme de los problemas cotidianos, que algunos son superficiales y hago de ellos un mundo y me doy cuenta ahí, mientras corro por ese circuito del que ya me he acostumbrado y odiaba. No creo que siempre corra por hacer deporte, que también, lo hago por mí y por los que me rodean. Correr me hace ser mas racional y mas buena persona.

Me gusta que me reconozcan por la persona que corre, porque ése soy yo en estado puro. No corro por que está de moda, ni por adelgazar, lo hago porque es un acto tan placentero como cruel. Lo de cruel creo que lo sabéis los mas veterano pues se manifiesta a bases de lesiones absurdas, mal estado de forma o esa marca que no te corresponde por todo lo que te has esforzado durante meses. 

Aunque no vivo de ésto, si vivo mejor gracias al correr, por ello salgo todas las tardes, por ello leo libros, veo películas, disfruto conversando con mis amigos y me fijo en las pequeñeces de la vida, que son las mejores. 

Ahora ando inmerso en el libro de Espíritu Gonzalez, no quiero leerlo muy rápido, es demasiado bueno pare ello. 

Salud, kms y un gramo de locura

Mala memoria

Repasando mis diarios de entrenamientos, que todavía lo sigo escribiendo a mano y no en el ordenador, observo que en el 2007 abrí éste blog, es decir, hace seis años. Últimamente me he apartado de él y apenas tengo contacto con mis blogses amigos. Pero no es por vagancia por lo que lo tengo descuidado, simplemente por un bache deportivo, que es el peor de éstos 17 años de corredor, en el que por mor de una fuerte lesión que me dejo caos unos meses. Me tocó arrancar en verano y a pesar de intentarlo una y otra vez, no lograba coger un mínimo de forma. Desde entonces estoy en un pozo en el cual no logro salir, pero no me he dado ni me doy por vencido. 

Si correr fuera para mi solo practicar deporte, lo hubiera dejado. Me hubiera apuntado a un gimnasio, tres veces por semana y san se acabó. Pero no, correr, que si es un deporte, es algo mas importante para mi, es mi forma de vida, correr es mi altar para los católicos, es donde me encuentro conmigo mismo, soy yo en estado puro y es mi refugio contra las adversidades de la vida. Por ello, una y otra vez lo intento, tengo mi diario de corredor del 2013 lleno de intentos, intentos fallidos, unos días más y otros menos, días de mas de una hora de correr, otros de apenas 10 minutos. Pero ahí estoy, al pie del cañón, como se suele decir.

He repasado mis 17 cuadernos de corredor y me he dado cuenta de la mala memoria que tengo, las buenas sensaciones las logré a base de trabajar duro, mis 14 maratones los logré a base de sacrificio, de vencer a la fatiga, de robar horas de sueño, de correr bajo la lluvia, bajo tormentas o de tórridos veranos. Se me ha olvidado que correr no es tan fácil, lo es cuando tienes capacidad de sufrimiento y disfruta con la fatiga que ése acto conlleva. Mi mente me ha jugado una mala pasada y me he dado cuenta en éstos días de repaso a mis cuadernos de campo.

Me he marcado un objetivo, salir del pozo y un próximo objetivo asequible, mi memoria estaba aletargada y mis músculos también, pero éstos también tienen memoria y estos 17 años de corredor no han pasado en balde y por algún lado tendrá que salir todos estos años de duro trabajo. Ya me he puesto manos a la obra de nuevo, ya tengo un plan de entrenamiento y ganas, muchas ganas de vencerme a mi mismo y no vivir de mis viejas batallas. 

Me voy a poner al día con ustedes, darme tiempo amig@s bloguer@s.

Salud, kilómetros y un gramo de locura.

Competir y correr

Últimamente me cuesta actualizar y mantener mi actividad bloguera, hace mucho que no compito y cada vez siento mas desgana por competir. Soy así, cuando las cosas están en pleno auge, como que me desmotivo, no soy ni seré hombre de modas o de tendencias. Soy corredor por vocación, porque algo en mi interior me dijo ¡corre! y empecé. Me inicié en el año 1981, lo dejé y fue en 1996 cuando me subí al tren y no he vuelto a bajar.

Aunque he competido mucho, sobre todo medias y maratones, lo de competir es por racha. Muchos maratones lo he preparado sin competir en los cinco meses en que me dedico a prepararlo, las sensaciones y mis resultados en mis entrenamientos han sido mis guía y sabía lo que tenía que hacer.

Es muy cierto que ésta crisis ha sido la culpable, para mi, que compita tan poco. Pero no por ello voy a ser mejor o peor corredor por no competir demasiado. Soy mas feliz haciendo mi ruta de 25 kms por montaña, escuchando solo mis pasos, mi respiración y el sonido de las águilas un sábado, que compitiendo todos los fines de semanas. Como dice un blog amigo, correr es un acto de fe.

Las competiciones es un negocio en auge, me parece maravillosamente bien, hacer deporte aunque haya que pagar por ello, es mejor que amanecer intoxicado por un coma etílico o estar tumbado a la bartola en el sofá, soy de los que dice que gastar nuestro dinero en salud, es la mejor inversión que podemos realizar a favor de nuestras vidas. pero yo, no soy de mucho competir.

No por ello me deja de gustar correr una media y hacer un buen registro, me mentiría a mi mismo, pero no es lo mas importante, lo que me gusta es correr y mientras pueda, no dejaré de hacerlo.

Soy de los que piensan, que para preparar una maratón, son mas importante las tiradas de 30 Kms que competir una media todos los fines, o uno sí y otro no. En cuestión de gustos, no hay nada escrito, así que no critico al que lo haga, todos disfrutamos a nuestro aire y de eso se trata, de disfrutar y sentirse bien.

¿Que me gustaría correr New York, Boston Atenas, Roma, Berlin? Por supuestísimo que si, pero la realidad me lo impide y sigo siendo feliz pensando en correr en Málaga, Valencia, Sevilla, Madrid o Barcelona, que están mas cercanas y no dejan de ser una de las grandes. Competir me gusta, ya os digo, pero correr mucho mas.

La hora mágica

Saca una hora para ti, inviolable y de uso exclusivo. Ésa hora debe de estar reservada para correr. De las 24 que tiene el día, hagan cuenta, por mucho que trabajemos, por mucho que tengamos que atender a nuestras familia, esa hora debe de ser sagrada. Algunos la sacan de su almuerzo al medio día, otros a su dormir, otros de ese descanso para ver la televisión, da igual, si hacemos cuenta, si nos ponemos a pensar detalladamente sobre ese cuadrante escrito y dibujado en un folio, esa hora la sacaremos como sea. 

Ya la tenemos, ahí está, pongamos una hora posible, de 20 a 21hora, de acuerdo ahí está. Salvo una excepción, la vamos a respetar. Si por hache o por be no podemos, siempre está el plan"B", de 21 a 22 o de 19 a 20 horas. Ok, la tenemos fijada y la vamos a comunicar a nuestra pareja, ya sea esposa o esposo y llegar a un acuerdo para que no halla malos entendidos.

Ya sabemos que esa hora va  a ser de uso exclusivo, una hora individual, yo la denomino, mi hora mágica. Ahí me olvido de todo problema y si los tengo, a los 20 minutos ya he encontrado solución. Aveces no encuentro respuestas a mis preguntas, la razón es bien sencilla, ya no hay preguntas, en esos primeros 30 minutos todo fluye y lo peor del día, pasa a otro plano, estoy en otra dimensión en donde estoy en paz con el mundo y conmigo mismo. Esa hora de correr limpia mi alma, mis malos humores y veo las cosas de otro modo y con otras perspectiva.

El mundo va mal, pero a mi no me queda otra que seguir en la lucha, en el día a día y ésa hora, me es necesaria. es como el amigo que no tienes o no te comprende. En un libro leí que un corredor le dijo a un parroquiano que él se encontraba mas cerca de Dios en su carrera que él en su iglesia.

Ustedes veteranos, sabéis de que os hablo y a los que comienzan, lo intuyen, saben que en sus cuerpos y mentes pasan cosas extrañas mientras corren, cosas placenteras, correr en esa hora al día se convertirá en nuestra hora favorita y nuestras familias lo saben, cuando entramos en casa lo reflejamos en nuestros rostros.

Salud, kms y un gramo de locura

¿Retorno al pasado?

Volver al pasado es una idiotez, aunque soy un nostálgico por antonomasia. Pero no se puede vivir pensando en el ayer, en los viejos tiempos, en lo jóvenes que éramos, no se puede decir, por mas que me pese, que cualquier tiempo pasado era mejor. La vida fluye y los días que pasan, no vuelven, si no aprovechamos y vivimos el momento, nos perdemos mucho, quizás nuestra última oportunidad, es muy posible que lo que tengamos hoy, mañana desaparezca, debemos de vivir el presente. Sinceramente es una reflexión mía, que puede ser o no compartida.

Aunque ésta reflexión, que no sé si será mía, me vale para mi vida íntima y personal, la traspaso al mundo del corredor, es decir, al nuestro. Por varios motivos, desde a mediado del 2011 no levanto cabeza como fondista, una lesión tras otra me ha llevado al peor pico de forma de éstos últimos 17 años de corredor. La crisis puede tener un cincuenta por ciento de culpa, no ir a médicos especializados y fisioterapeutas traen malas consecuencia. Un desgaste psicológico también aporta  bastante a una baja motivación y a la vez, a no forzar como debiera. Es como si me hubiera vuelto mas sensible al sufrimiento y al dolor y eso no es bueno para progresar como fondista. Con ello no quiero decir que correr es una tortura, pero sé que los días de series hay que darlo todo y en una treintena de kilómetros, también.

Pero como decía, del pasado no se puede vivir. Las marcas personales en las distancia están ahí, con mi orgullo de corredor, pero eso es agua pasada, se hizo en su momento y ahora hay que perseguir objetivos asequible, por ejemplo, mejorar marcas de los últimos tres o cinco años en varias distancia. Es decir, debería de bajar de 44 minutos  en un 10000,  1h32 en media, y 3h52 en maratón. Si, son objetivos prudentes y realizables. 

Me queda mucho por mejorar, pero en una parte de mis neuronas, están almacenada esa capacidad de sufrimiento y voy a sacarla de su letargo por más que me cueste.

Salud, kilómetros y un gramo de locura

Correr, gracias.

Mi amigo Jose Antonio en la foto  

Por muy bien que nos vaya nuestra vida diaria, siempre hay un pero. Problemas en el trabajo, problemas por falta de él, problemas con los compañeros, con el jefe, con la jefa, con los hijos, con los hermanos, y bla, bla, bla. Nadie está libre de nada, el que no haya pecado, que tire la primera piedra, o algo por el estilo he leído por ahí. 

A mí correr me alivian todos mis males, con ese acto de correr kilómetros tras kilómetros, me aparta por una hora y mas de todo lo negativo.Muchas veces incomprendido por seres muy cercanos a mi persona, siempre me ha dado igual, ya soy grandecito para saber lo que es y no es bueno para mi. Estoy convencido que si no hubiera sido por ese gusto mío de gastar zapatillas, no sería la persona que soy actualmente. Con unos problemas y una muy mala racha pasada en mi vida personal, el correr me aliviaba mis penas, mi soledad forzada, mis fracasos personales, mis sueños incumplidos. Correr era mi único y fiel amigo y compañero, corriendo encontraba mis acertadas respuestas a mis preguntas. Contra mas enfurecido estaba, mas kilómetros hacía, o con mas intensidad y aveces gritaba por esos lares con un fuerte grito pidiendo esa ayuda que no encontraba en la soledad de mi entorno.

¡Correr! cuanto le debo al correr a diario, a mi alma y a mi salud. Cuantas miles de calorías he gastado en estos diecisiete años en el mundillo. Kilos y kilos de grasas consumidas que me hacen aflorar unas piernas fibrosas y un vientre plano. Presumo de mi talla de pantalón, la misma de cuando tenía 25 años, presumo (siempre en mi interior) de saber que éste domingo, aunque esté tumbado en la arena del la playa con una cerveza helada, he cumplido con mis deberes y he realizado una veintena de kilómetros por esos caminos de Dios. Si, todo gracias al Correr, ese deporte aveces desagradecido pues nuestras marcas no acompañan a tantísimo esfuerzo, pero que tanto nos aportan. No dejare de correr, aunque sea a 8 el kilómetro, nunca, jamás.

Problemas de adaptación

Me cuesta adaptarme a ser un corredor urbano, aunque no me queda otra, es lo que hay y debo de resignarme a ello. Correr en un circuito de 1200 mts una y otra vez, me agobia y no logro coger esa felicidad de libertad que me da el correr. Se que es problema de adaptación, son muchos los años corriendo junto al mar en circuitos de ida y vuelta, son cientos los kilómetros recorrido en los arroyos seco y mas cientos en la montaña y adaptarme me está costando más de lo que pensaba.

No niego que he corrido bastante veces sobre aceras y entre coches y pasantes, pero formaba parte de ése recorrido de ida y vuelta, donde salía desde el campo, me acercaba al mar y seguía su perfil. Luego tocaba lo urbano y volvía a la naturaleza después de 15 o 18 kilómetros. Aunque lo repetía una vez tras otra, así durante 15 años, en absoluto me parecía aburrido, es más, había tramos que no sabía como lo había hecho, llamemosle que corría en trance.

Por ello, me cuesta adaptarme a mi situación y se que lo lograré, aunque a veces me siento como un hamnster caminando sobre una rueda, debo de coger la parte positiva de ese recorrido, espero lograrlo.

Factores y objetivos

Parece ser que todo va volviendo a la normalidad, he dicho bien, ¡parece ser! Ésto de ser corredor veterano rozando los cincuenta años, aunque todavía me falta uno completo para llegar, tiene sus consecuencias buenas y malas, aunque mas malas que buena. Llegar a cumplir medio siglo es mucho tirón, pero lo bueno es contarlo y mantener la misma ilusión de cuando comencé a correr (también me vale para mi vida "civil"). Pero lo malo de llegar a ciertas edades como corredor, son varias, pero para resumirlas pondría tres claves:

1) Me lesiono más rápido y más veces.

2) Pierdo la forma física mas rápidamente

3) Tardo el doble en coger una forma física aceptable

Todo ello debo de asimilarlo si quiero seguir corriendo unos veinticinco años más, si han leído bien, un cuarto de siglo más. Pero ahora voy a contradecirme a mi mismo, ya que tengo grandes objetivos (no marcas personales) para ésta temporada 2013-14. Objetivos que son posibles, aunque no lo parezca tengo los pies sobre el suelo), pero todo es cuestión de esos tres factores que más arriba indiqué. 

Correr por correr es una de mis metas cuando esté mas mayor, no debe de haber nada mas placentero que estar jubilado y  ponerme las zapatillas para cubrir 12 o 15 kilómetros a diario y dedicar todo el día para hacer otras cosas que también me gustan. Pero para eso falta bastante y tal como están las cosas, éso solo va a estar al alcance de políticos corruptos. Pero seré optimista y me hago la idea de que sí, voy a llegar a cotizar lo estipulado y cobraré ésa pensión con la que pueda vivir el resto de mis días aceptablemente. 

Como iba diciendo, todavía falta para ello, así que necesito objetivos realizables. Ésos objetivos van encaminado más bien a la resistencia y ha correr con buenas sensaciones. Volver a correr la maratón (en el 2011 fue mi último 42 kms) en el mes de diciembre y en mi ciudad. Es mi prioridad número uno  La Maratón Ciudad de Málaga, el recorrido es de lo mejor, con salida y llegada cerca del mar, y un circuito precioso y rápido, además de que me lo conozco al dedillo.

Me queda mucho trabajo por hacer, parece que la lesión me ha abandonado, pero me ha dejado secuelas como la de un pésimo estado de forma. El factor número tres es el peor, pero con una  disciplina casi militar, puedo llegar a diciembre a la salida de la Maratón. Ya he empezado, haber si el factor número uno me deja ésta temporada.

Estilos

Como dice Thoreau "No hablaría tanto de mi mismo si hubiera otra persona a quien conociera tan bien." Y es así, soy de ésta manera y ya nada me hará de cambiar.

Cuando empecé a correr, no conocía a nadie quien corriera. Una voz en mi interior me dijo sal a correr haber que pasa, salí aquella tarde de agosto en el año 1996 y hasta ahora. Antes no había internet, ni móviles, ni redes sociales. Tan solo unos pocos libros y la revista Corricolari. De ahí no salía, ya no había mas. Me buscaba planes de entrenamiento a los muchos meses de empezar a correr, el primero fue en octubre del 97, antes solo corría y corría. 

Y fue en esa preparación  cuando empecé a tener contacto con corredores. Escuchar y callar, ése a sido siempre mi lema. Tomaba nota de todo lo que me decían, algunas cosas me iban bien y otras mal, las que me iban mal, las desechaba y así, poco a poco  me fui convirtiendo en un corredor, y porque no, experimentado. 

Me han criticado, no se si para bien o para mal, por muchos motivos. "Corres muy despacio" ( en mis días de trote voy siempre despacio), "Vas muy rápido" ( mi entrenamiento me permitía ir despacio a 4,15, tenía esa capacidad aeróbica), "haces muchos 30 kms" (si, unos 6 o 7 en cada preparación de cara a los 42 kms), "Entrenar una maratón en verano, estás loco" (si, en cinco ocasiones consecutivas), "Estás muy delgado" (no, estoy en mi peso forma), y así siempre. Nunca me ha importado esas críticas saludables o no, pero siempre he echo lo que me han dado gana y por ello tengo esas marcas que me gusta presumir.

Ahora, todo sigue igual, me critican por todo lo dicho (lo de rápido ya no), incluso por mi forma de correr. Y es que yo, corro así de toda la vida, zapateando, cojeando y con unos movimientos raro. Todavía me critican por eso, pero es lo que hay, no soy elegante corriendo, ya me gustaría tener esa zancada perfecta, tipo keniata. Pero es lo que hay, Zatopek corría feo, Paula Radcliffe tambien, hasta Javier Serrano pendulea una pierna y tiene la misma marca que yo en maratón, 3h6. Todos corremos con diferente estilos y lo importante es correr, y yo soy de los que dice que "de un viejo moro, no se puede hacer un buen cristiano."

Una reflexión en tiempo de crisis

Proliferan tantos y tantos libros de correr que me es imposible ponerme al día. No es porque dejen de interesarme, todo lo contrario, me gusta leerlos pues  disfruto y aprendo de ello, (me ocurre lo mismo con los libros de cine) pero mi maltrecha economía no da para tanto y debo de resignarme e ir con cuentagotas comprándome poco a poco los mas interesante.

Ésta crisis, ocasionada por politicuchos sin escrúpulos, me está apartando de muchos placeres culturales, que aunque me alimentan el alma, no el estómago de mi familia y el mío propio. Antes solía comprar periódicos a diario, películas en DVD originales, revistas de cine (Cahiers du cinemá y Dirigido por..) novelas y ensayos e iba al cine dos veces en semana, conciertos. En el apartado de correr, compraba las tres revistas dedicada al running (Corricolari, Runner´s World y Planeta Running), tres pares de zapatillas anuales, todos los libros de correr, complementos, suplementos y asistía a dos maratones anuales y carreras a donde fuera. Todo eso, hace ya tiempo que lo dejé.

Asisto a pocas carrera, solo voy a las mas cercanas y las que mas me gustan, los tres pares de zapatillas se han quedado en uno y  en el apartado de los complementos, bueno, rezo para que mi forer me aguante otra temporada mas. No es que sea menos feliz por ello, simplemente me he adaptado a la vida que me ha tocado de vivir y me resigno, no queda otra. Tampoco me he acomodado, el trabajo diario, que es de vital importancia, cae a cuentagotas y el sueldo es el mismo de hace diez años pero el nivel de vida es muy diferente al de hace una década.

Gracias a mi esfuerzo, tengo tantos libros por leer y releer, que debería de vivir 150 años para leerlos todos. Tantas películas en mi dvdteca por ver (miles) que me es imposible de verlas todas y abajo en mi calle, tengo el kilómetro cero para hacer los kilómetros que mis piernas y corazón aguante. Así que les digo a esos políticos que mi dignidad no me la quitáis, me busco la vida para seguir alimentando primero el estómago de mi familia y luego el de mi alma. Allá ustedes, con vuestros sueldazos y comisiones, en vuestras conciencia está, aquí estoy yo (y creo que buena parte de nosotr@s) intentando de ser una buena persona y un corredor esforzado.

Salud y Kilómetros
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La formula

Llevo en mis piernas catorce maratones, nueve de ellas por debajo de las tres horas y media. Una marca de 3h 6 en la distancia y he perdido la cuenta en las medias que he disputado con una mejor marca  de 1h 22. ¿Me da eso derecho a decir que soy un buen corredor? Pues no lo se, la verdad, pero de lo que si estoy seguro, es que me considero un corredor en toda regla. Vivo como tal aunque ya no vivo para él, solo que forma parte de mi vida, como el comer, descansar, amar, etcétera. Correr va unido a mí como mis brazos y mis piernas, no concibo mi vida alejado del asfalto, caminos y carreras. Hubo un blog que se llamaba kilómetros y sueño, que gran título...yo sueño mientras corro y corro mientras sueño, así de sencillo.

Lo que llevamos de año, desde diciembre, mi correr ha tenido muchos altibajos, me casé de nuevo, una nueva vida y un nuevo lugar donde vivir al principio, luego, al retomar los entrenamientos mas severo, una fuerte lesión de la todavía estoy resentido. Además, me di cuenta de que algo fallaba en mi por la ingesta de una pastilla que tomaba para prevenir mi jaqueca (Sibelium) durante mas de una año. Leí sus efectos secundarios recientemente y eran esos los que yo notaba en mis piernas, y por iniciativa propia lo dejé hace un mes. Voy a mejor desde entonces.

Durante ocho semanas he llevado un plan para correr y curar mi lesión. 17 actividades mensuales dicta mi cuaderno de corredor, en total 34 salidas para retomar una forma perdida y volver a mi sana costumbre de correr a la 19 horas de cada tarde. El día 1 de Julio he empezado un plan de entrenamiento mucho mas serio y exigente, un resquemor me rodea la lesión. pero igual es psicológico, Dios lo quiera.

Lo que se, es que después de 17 años de corredor, se correr y se como hacerlo, sé perfectamente la formula: Entrenar y entrenar. No hay mas. La pereza la dejo para las tarde de los domingo.

Salud y kilómetros 

A ponerme las pilas

Admito que he llegado a correr semana tras semana mis 110 kilómetros semanales y aún así, al terminar de correr mi maratón, necesitaba y necesito pasarme dos semanas sin mover un solo músculo. He intentado correr a los dos días de terminar la carrera, pero me fatigaba, no iban las piernas y mi cuerpo me pedía parar. Descansar dos semanas y empezar desde cero a correr y ponerme a los seis meses en la linea de salida de la maratón era lo que a mi me iba bien. 

Entrenar en verano siempre me ha ido fenomenal, sobre todo porque no competía y me centraba solo en entrenar y respetar las intensidades y cargas. Entrenaba en solitario porque mis amigos se dedicaban en esos meses a correr menos kilómetros y ellos no compartían mi idea de entrenar para correr una maratón en octubre. Así me pase cuatro veranos, los cuatro que corrí en la maratón de Ciudad Real. Después empezaba de cero y de nuevo a preparar otra maratón, como el MAPOMA.

Lo que a mí me iba bien, a otros le iban mal, por eso nunca he tenido un compañero fijo en mis entrenamientos, me gustaba no salirme del guión y cumplirlo a rajatabla. Por ser tan testarudo y respetar mis ritmo marcado con anterioridad, llegó un momento en que rodaba a cuatro diez los kilómetros en la segunda parte de mis tiradas, resollando pero con un esfuerzo muy llevadero.

Ahora que estoy saliendo de una longeva lesión, estoy empezando de cero, tengo a vista la maratón de mi ciudad que  aunque parezca mentira, todavía no he corrido en ninguna de sus ediciones. Faltan seis meses, mi estado de forma es muy pésimo y debo de ir muy lento para que la lesión no "despierte" de nuevo. Ya no cojeo andando y puedo correr unos minutos sin dolores. Tengo un plan y si nada ni nadie me lo impide estaré allí en la linea de salida. El terminar es mi objetivo y si es con un tiempo razonable de por debajo de las cuatro horas, mejor. El plan empieza a mediados de julio, ahora estoy "aprendiendo" a correr, lo admito y no me avergüenzo de ello. Arrancar me cuesta mucho, por ello digo que no hay dos corredores iguales, a mí me cuesta lo mío, pero del pozo salgo, de eso estoy convencido.

Salud, kilómetros y un gramo de locura

Pepe

El viernes me  enteré de la muerte de un amigo corredor por un fulminante cáncer. Me quedé helado, y en fracciones de segundo pasó por mi cabeza todos los kilómetros recorrido junto a su compañía. Era una persona natural, de las que ya quedan pocas. Charlaba con fuerza y simpatía y en las competiciones entraba con las mujeres profesionales del atletismo, es decir, que corría muy bien. Mi mejor mil, lo hice con él en unos entrenamientos por debajo de 3:25, allá en el morro de levante malagueño. 

Así es la vida de injusta, nadie ésta a salvo de nada y aquél que lo crea es un infeliz. Lo que peor me sabe es que los que nos miran con media sonrisa cuando nos ven de correr, te dicen con su filosofía barata:  "miralo  tanto cuidarse y también se ha muerto." Siempre habrán personas como éstas, por desgracia ésta especie no está en vía de extinción, es más, prolifera.

Hasta siempre Pepe.

Corriendo con inteligencia

El otro día me tropecé con un viejo amigo corredor, desde mis inicio hemos compartido cientos de kilómetros  y una gran multitud de carreras y maratones. A groso modo hablamos de todo, de la vida y como no, del correr.  Tanto uno como el otro, no atravesamos nuestros mejores momentos deportivo. Así que cualquiera que  escuchara nuestra conversación , las ganas de correr se las quitábamos en un santiamén.

Estás cosas suelen pasar, los corredores solemos tener bastante problemas con las lesiones, sobre todo si hemos sidos o somos unos cafre y hemos abusado de nuestra buena forma física. El cuerpo pasa factura y se nos manifiesta en forma de molestias que suelen acabar con dolores y en el peor de los casos de forma crónica. 

¿Pero quien se resiste al gozo de correr? Ya se que se puede disfrutar también corriendo con inteligencia, pero es difícil y complicado contenernos y en vez de hacer cincuenta  kilómetros a la semana, queremos hacer setenta o cien. Los kilómetros pueden ser una droga dura, aunque para mí ése se puede no es una duda, es una verdad como un templo. Estar al filo de la navaja es una gran sensación, y si el cuerpo nos lo permite, es complicado resistirse a la tentación.

Yo, lamentablemente, hago de tripas el corazón. No es porque  quiera, sino porque me es imposible correr mas de lo que hago ahora, la culpa es de una maldita  lesión ya longeva por el tiempo que lleva conmigo. 

No me arrepiento de haber hecho barbaridades, es más si pudiera  las volvería hacer, es mas, las voy a hacer cuando el cuerpo me de una tregua. Mientras debo de ser conservador, no tengo mas remedio, prefiero correr despacio a no correr nada, prefiero correr treinta minutos a a no correr nada, esa es una de las consecuencia de ser un corredor empedernido como yo, no cambio media hora de carretera por media hora de sofá, mi cuerpo y mi alma me lo agradecerá. 

Correr, un acto de fe

Cuando contaba con  la edad de treinta y dos años, ya creía saberlo todo. Lo que había vivido creía que era el tope, a partir de entonces vendría el declive o la monotonía. Estancarme o cambiar, esa era la cuestión. Hacer lo que los demás digan o hacer lo que me apetecía. Aburrido de siempre igual, siempre lo mismo, llegué a un estado de ansiedad nuevo para mi. Me veía gordo, muy gordo. Aunque era joven, me veía viejo. Que llegara el viernes era el signo de otro fin de semana mas de lo mismo. Mi vida era calamitosa, sin sentido y mis amistades, mas de lo mismo. Beber, fumar, fútbol y poco mas. Entonces llegó el correr.

Ese tren paró delante de mí y me preguntó: ¿Subes o baja? Inconscientemente subí, una vez en él, dejé de ser divertido para los demás para ser yo mismo. Modifiqué mi vida, modifiqué mi modo de vivir y el de ver las cosas. Descubrí, sin saberlo, que correr fue una salvación para mi cuerpo y,  más aún, para mi alma. Correr me hacía ser yo mismo, el niño que dejé de ser hacía mucho, fue algo especial, algo inesperado. 

Todos decían que eso iba a ser una cosa pasajera, todos me veían de pasar día tras día con mis zapatillas, hiciera sol o lloviera, siempre salía a la carretera. Poco me importaban esas medias sonrisas, de poco me valía sus opiniones, me daba igual. Corriendo mi hora diaria me hacía feliz. Corriendo me evadía de todo, correr no era un deporte, correr era otra cosa y lo descubrí leyendo a Sheehan o a Lastra, sí, me di cuenta que no estaba loco, y si lo estaba, bendita locura. Correr, para mi también, es un acto de fe.

Salud, kilómetros y un gramo de locura

El corredor longevo

La vida es corta, si que es verdad, pero la trayectoria de un corredor puede que también. Pero ese "también" es un decir. Si solo somos corredores para mejorar marcas o estar siempre en ese pico alto de estado de forma, sí que será corta, bastante corta diría yo. El cuerpo se deteriora inexorablemente y llegará el momento en que te adapta a la nueva situación (vale ésto para la crisis) o se termina todo, dejarás de ser un corredor y volverás a ser la persona que eras.

En mi experiencia como corredor, me he dado cuenta que el verdadero disfrute está en disfrutar el día a día. Hay momentos (temporadas) pletóricas, llenas de éxito, buenas sensaciones, quemando ciclos, sin pestañear, sin desfallecer, asimilándolo todo semana tras semanas. Ganando o estando cerca de tus rivales mas directos.

 Pero también están las temporadas malas, ésas en la que te lesionas sin esforzarte   lo mas mínimo, en la que no eres capaz de terminar un mesociclo, en la que no asimilas nada de lo que haces, en la que sales a correr y las piernas son como de hormigón, en la que el corazón late a unas pulsaciones exagerada para el ritmo que llevas, en la que no corres con tus amigos por no ser capas de aguantar esos ritmos, creerme que esos días llega, tarde o temprano, pero llega. Ahí es cuando sabemos la clase de corredor que somos, el longevo o el del que "solo corro para que me piropeen". 

El corredor longevo es aquél que corre porque es lo que mas le gusta en este mundo, sabe que correr es parte de su vida, sabe que corriendo su hora diaria es una persona feliz, sabe que pertenece a ésta sociedad aunque necesite una hora (o media) para desconectar de ella. Sabe que  ir a cinco el kilómetro o a siete es solo una cifra de números, de dígitos, el corredor longevo corre por correr, corre porque le hace feliz, corre porque suda y ese sudor es como el agua bendita, es agua purificada.

Disfrutemos del momento, si mejoramos marcas disfrutemos de ellas, si quemamos ciclos, disfrutemos de ello. Pero debemos de ser elocuentes, debemos de saber que lo bueno, los éxitos se acaban, cuando sepamos éso y lo asimilemos, seremos un corredor longevo. 

Un paso atrás

Dos meses ya sin poder entrenar, y lo peor es que todo este parón de nada me ha servido, la lesión vuelve y vuelve otra vez. Lo que mas me preocupa es que no doy motivo para ello. Hago lo que tengo que hacer, es más, estoy empezando como un principiante, alterno andar y correr durante cuarenta minutos para empezar suave esta nueva etapa.  Dos o tres veces en semana empiezo andando unos quince minutos, luego alterno esos cuarenta minutos de trotar y andar y después otros quince minutos de andar. Al final, ejercicios de fuerza, abdominales-lumbares y estiramiento. No lo veo excesivo, pero ese poco, esa hora larga de ejercicios es suficiente para que mi lesión (zona abductor y pelvica) despierte.

Empecé hace dos semanas con toda mi ilusión, con la ilusión de un novicio, con ilusión de estar dentro de tres meses corriendo veinte kilómetros por montaña, con un claro objetivo de ser sub 3h45 en la maratón de mi ciudad, Málaga...y cada vez lo veo mas lejos estos objetivos. Modificaré mi plan de entreno nuevamente, igual lo estoy haciendo mal, aunque mi experiencia como corredor (17 años) me dice que no, que lo estoy haciendo bien, pero cambiaré esos 40 minutos por 30, haber si así sí. 

Planes de entrenamiento

Carlos, Pepe Lobo y yo

En vuestro margen derecho he adjuntado varios planes de entrenamiento, El de mi amigo y entrenador al finales del los 90 y primeros años del 2000 Pepe Lobo, progresé  espectacularmente, de correr las medias en 1h45 a realizar 1h22 y aproximarme a las 3h en la maratón. Es largo, de cinco meses, pero se empieza con solo 20 minutos de carrera continua el primer día y en progresión días tras días. Se respeta mucho las series y el 10.000 a ritmo, muchos 30 kms los fines de semana y en las carreras continua y largas ir al 70%.

Si se hace escuchando nuestro cuerpo, el día de la maratón mejoraremos marcas. Éste es para hacer 3h10 o 15, pero vale para cualquier nivel, tan solo hay que adaptarce a nuestros ritmos del momento.

Para los que tengais Facebook, he abierto una página dedicada al libro (Biblia del corredor) Correr es salud de George Sheehan:

https://www.facebook.com/pages/Correr-es-salud-George-Sheehan/155103738001643?ref=hl