"No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado". Toni Lastra (Corredor, escritor o viceversa)
Por cada corredor que recorre el mundo participando en maratones, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.

Doctor George Sheehan, corredor y filósofo.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Correr, gracias.

Mi amigo Jose Antonio en la foto  


Por muy bien que nos vaya nuestra vida diaria, siempre hay un pero. Problemas en el trabajo, problemas por falta de él, problemas con los compañeros, con el jefe, con la jefa, con los hijos, con los hermanos, y bla, bla, bla. Nadie está libre de nada, el que no haya pecado, que tire la primera piedra, o algo por el estilo he leído por ahí. 

A mí correr me alivian todos mis males, con ese acto de correr kilómetros tras kilómetros, me aparta por una hora y mas de todo lo negativo.Muchas veces incomprendido por seres muy cercanos a mi persona, siempre me ha dado igual, ya soy grandecito para saber lo que es y no es bueno para mi. Estoy convencido que si no hubiera sido por ese gusto mío de gastar zapatillas, no sería la persona que soy actualmente. Con unos problemas y una muy mala racha pasada en mi vida personal, el correr me aliviaba mis penas, mi soledad forzada, mis fracasos personales, mis sueños incumplidos. Correr era mi único y fiel amigo y compañero, corriendo encontraba mis acertadas respuestas a mis preguntas. Contra mas enfurecido estaba, mas kilómetros hacía, o con mas intensidad y aveces gritaba por esos lares con un fuerte grito pidiendo esa ayuda que no encontraba en la soledad de mi entorno.

¡Correr! cuanto le debo al correr a diario, a mi alma y a mi salud. Cuantas miles de calorías he gastado en estos diecisiete años en el mundillo. Kilos y kilos de grasas consumidas que me hacen aflorar unas piernas fibrosas y un vientre plano. Presumo de mi talla de pantalón, la misma de cuando tenía 25 años, presumo (siempre en mi interior) de saber que éste domingo, aunque esté tumbado en la arena del la playa con una cerveza helada, he cumplido con mis deberes y he realizado una veintena de kilómetros por esos caminos de Dios. Si, todo gracias al Correr, ese deporte aveces desagradecido pues nuestras marcas no acompañan a tantísimo esfuerzo, pero que tanto nos aportan. No dejare de correr, aunque sea a 8 el kilómetro, nunca, jamás.

martes, 6 de agosto de 2013

Problemas de adaptación



Me cuesta adaptarme a ser un corredor urbano, aunque no me queda otra, es lo que hay y debo de resignarme a ello. Correr en un circuito de 1200 mts una y otra vez, me agobia y no logro coger esa felicidad de libertad que me da el correr. Se que es problema de adaptación, son muchos los años corriendo junto al mar en circuitos de ida y vuelta, son cientos los kilómetros recorrido en los arroyos seco y mas cientos en la montaña y adaptarme me está costando más de lo que pensaba.

No niego que he corrido bastante veces sobre aceras y entre coches y pasantes, pero formaba parte de ése recorrido de ida y vuelta, donde salía desde el campo, me acercaba al mar y seguía su perfil. Luego tocaba lo urbano y volvía a la naturaleza después de 15 o 18 kilómetros. Aunque lo repetía una vez tras otra, así durante 15 años, en absoluto me parecía aburrido, es más, había tramos que no sabía como lo había hecho, llamemosle que corría en trance.

Por ello, me cuesta adaptarme a mi situación y se que lo lograré, aunque a veces me siento como un hamnster caminando sobre una rueda, debo de coger la parte positiva de ese recorrido, espero lograrlo.