¿Quien entiende a los corredores? ¿Comprenden nuestras obsesiones? (si se les puede llamar así). Difícilmente un no corredor nos van a entender, es complicado de explicar y si me permiten un consejo, procurar de no convencerles de nada, ni siquiera a gentes cercanas a nosotros. Explicarles que te levantas a las cinco de la madrugada para entrenar en un frío mes de invierno, hacer series o lo que toque, ducharte y salir pitado para el trabajo es de no estar muy cuerdo...según ellos. O al revés, salir del trabajo y calzarte las zapatillas y llegar a casa a las diez de la noche...explicarles éso es una tarea bastante difícil y que lo entiendan es prácticamente imposible. Amigos, no malgastar palabras y menos dar explicaciones, si os preguntan, una de dos, o que están muy interesado en el tema (eso se nota) o que tienen ganas de reírse un poco y darle al palique en nuestras espalda.
El sueño que siempre he tenido de corredor es de llegar a jubilarme y seguir corriendo, es decir, tener todo el día para correr cuando me vengan ganas, tomarme un par de buenas cervezas y coger un libro bien gordo y perderme durante el día. Escaquearme de casi todo y vivir como un ermitaño con ciertas libertades respecto al tema, es decir, tener una silla siempre libre para la visita de un gran amigo.
Es complicado que me entiendan, creo que hasta los corredores les costaría entenderme, ni tanto ni tan poco me pueden decir. Si, es verdad...ni tanto ni tan poco, una cosa media...
Soy un corredor sencillo, no quiero un alto cargo en ningún lado, ni un puesto con mucha responsabilidad. No quiero más cosas que las necesarias, no soy un buen partido para nada ni para nadie, solo me considero un corredor esforzado y un aprendiz de buena persona, como dice mi buen amigo Lastra. Correr me ha aportado siempre lo que he estado buscando, ahí, en ese trance, tengo las respuestas de todo. No me hace falta iglesias para encontrarme con Dios, ni irme a la montaña para estar solo conmigo mismo, mi hora diaria de carrera me lo aporta todo, o casi todo, lo suficiente para entender el significado de muchas cosas.