"No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado". Toni Lastra (Corredor, escritor o viceversa)
Por cada corredor que recorre el mundo participando en maratones, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.

Doctor George Sheehan, corredor y filósofo.

sábado, 26 de mayo de 2012

Sheehan, Lastra y Murakami




Yo, al igual que el amigo Gonzalo, no tengo atletas destacados que me motive a seguir corriendo. Sí que es cierto que se dé nombre y de proezas de muchos, desde Emile Zátopek  a Haile Gebreselassie, desde Martín Fiz, Abel Anton, El extraordinario y desaparecido Diego GarcíaAlberto Juzdado, Fabian Roncero y  las  féminas como  Joan Benoit,  Grete WaitzLidia Simon (es mi preferida), Paula Radcliffe y sin olvidarme de Julia Vaquero y Marta Dominguez. Me gusta el atletismo como deporte y procuro de estar al día y saber de su historia. A mi ver, junto al ciclismo, el atletismo son los deportes que más me gustan. El futbol también, lo admito, pero creo que esto del balompié se ha despegado mucho de la denominación deporte.

Pero a lo que iba, descubrí a George Sheehan leyendo a  Toni Lastra, y gracias a Lastra (tengo el honor de que nos llamemos hermano) también descubrí a Henry David Thoreau, este último no era atleta, pero si un gran filósofo, naturalista que caminaba diariamente durante cuatro horas, os recomiendo que leáis Walden. El último en incorporarse a mi lista motivadora, ha sido Haruki Murakami. En mi reciente segunda lectura de su libro De que hablo cuando hablo de correr, me he sentido muy identificado con todo lo que escribe. Esta segunda vez que he leído su libro, ha sido más pausada, disfrutando cada una de sus hojas de otra manera a la primera vez. Deteniéndome en sus pensamientos  y dándome las claves de cómo seguir corriendo después de sus veinticinco años como corredor.

Seguro que mucho ya los habéis leído, y os invito a que lo volváis a leer pausadamente, sin prisa, que es como se debe de leer no a Murakami, sino a cualquier escritor. Os voy a destacar unas letras que me han marcado:

Lo único que puedo afirmar con bastante seguridad es que voy a seguir corriendo maratones con todo mi empeño, sin desfallecer, hasta que consiga volver a sentir que he corrido satisfactoriamente. Supongo que, mientras que mi cuerpo me lo permita, aunque esté viejo y achacoso, y aunque las gentes de mi entorno me surgiera cosas como >>Señor Murakami, ¿no cree que sería hora de ir dejándolo? Ya tiene usted una edad ¿eh?>>, seguiré corriendo. Aunque mis tiempos empeoren más y más, estoy seguro de que pondré en ello el mismo empeño y esfuerzo que hasta ahora (e incluso, en ocasiones, más que hasta ahora). Eso es. Me digan lo que me digan, esta es mi naturaleza. Como en la del escorpión es picar o en las cigarras agarrarse a los árboles. Como en la del salmón es retornar al río en el que nació o en las parejas de patos buscarse mutuamente.”



Personajes como estos, que son corredores autodidactas, que no han vivido de esto y que saben escribir de una forma que nos golpean y nos hacen reflexionar de lo afortunado que somos corriendo nuestra hora diaria, o nuestros diez kilómetros de rigor, son los que me motivan. Así que me perdonen estos deportistas de élites que tanto admiro, pero Sheehan, Lastra, Murakami y cualquiera de ustedes, currantes que arañan ese tiempo precioso a vuestras familias, son los que me motivan a correr día tras días. 

martes, 22 de mayo de 2012

Relax



En breve semanas los corredores bajaremos el listón. Llega el tiempo de descansar, dejar las series, los cambios de ritmos, las tiradas largas de 20 kms. Nos dedicaremos a correr sin más, a nuestro libre albedrío y a reflexionar respecto a lo que hemos hecho mal, el porqué de no haber conseguido nuestra marca deseada. Aquel que si la haya conseguido, será como el estudiante que ha aprobado todas las asignaturas y en los meses venideros se dedicará a los menesteres que vea oportuno, pero relajado sabiendo que los deberes los tiene hecho.

Personalmente, no estoy contento con mi estado de forma de estos últimos meses. Cambios radicales en mi vida personal y las lesiones ha sido la causa de mi pésimo estado. Así que, si este dolor lumbar que me acompaña me deja, este verano no va a ser una temporada de relax. Van  a ser meses de puesta en forma, sin prisas pero sin pausa.

Repasando las últimas entradas de este abandonado blog, refleja cómo me ha ido este año. Es que claro está, un blog es una cosa muy personal y en él se muestra el estado físico-emocional del bloguero. Me hubiera gustado escribir que he bajado de 1h22 en media, de 3h6 en la maratón, es decir que he bajado mis marcas personales. Pero eso no ha sido así, quizás alguna temporada se me junten los planetas y lo consiga. Todavía tengo ilusión, aunque no sé de donde la saco, de bajar mis marcas, de tener buenas sensaciones ya que creo que en estos años venideros apuraré mis últimos cartuchos para conseguirlo. Luego vendrán otros objetivos, digo yo, cualquiera sabe con la que está cayendo.

P.D: Os pido disculpa, hace ya tiempo que no tengo internet y entro muy poco en los blogses ami@s. Me pierdo muchísimas entradas vuestras, vuestros logros en maratones y otras carreras. Siento no haberos felicitaros en su momento, lo mismo digo de todos los que me comentáis y no os correspondo como quisiera. Sé que sois grandes personas y espero que con el tiempo vuelva mi alma a esa sana costumbre de visitar vuestros blogses.

viernes, 18 de mayo de 2012

Lesiones invisibles




Todo aquel que esté enganchado a esto del correr, o running que queda como mas guay (¿?) entenderá muy bien lo que voy a tratar de describir, según mis propias emociones. La palabra no es otra sino LESIÓN con mayúscula. Hay muchos tipos de lesiones, pero voy a tratar de una de ella, la denominada invisible.


Yo catalogo la lesión denominada invisible aquella que cuando andas como cualquier persona, no cojeas. Es decir que sufre una especie de dolorcillo interior que no te impide ir de aquí para allá pero que estas deseando de llegar a casa para sentarte y tumbarte en el sofá para levantar esa pierna que tienes jodida. Desde primeros de año estoy con mi rodilla derecha así, a veces mejor y otras peor. También, como el que no quiere la cosa, desde primero de mayo me aparece una lumbalgia que parece ir remitiendo en estos momentos


Está claro que los amigos corredores que me ven con un aspecto flaco, me dicen que estoy en forma. Sé que es lo normal, corredor enjuto igual a plena forma. No es mi caso es estos momentos. ¿Y qué te pasa? La rodilla, la cintura ¡ah! Este me está tomando el pelo.


Así es la lesión invisible, encima que estoy jodido, no te creen. Y lo peor de todo es que no corro y si no corro, pues la verdad sea dicha, no soy feliz. Así que con esta España hundida, con recortes y tijeretazos por todos los lados, atacando siempre al ciudadano de a pie, pues encima esto de no poder correr para relajarme y evadirme de todo lo problemas.


Siento impotencia ya que en marzo y abril estaba muy bien, con una media de 5 a 6 dias de correr, unos 70 kms semanales, series cortas y largas, circuitos de 15 kms de cuestas, la verdad que estaba muy bien, hasta que apareció la lesión invisible. A tomármelo con calma y a ver si para el próximo lunes, puedo al fin correr.