Doblar un día o dos en semana me gusta y no me gusta. Si no me gusta es por un motivo obvio, falta de trabajo igual a mas tiempo. Respecto a como reaccionan mis piernas, os aseguro que no hace mella de cansancio. Lo peor es la pereza de volver a ponerme mi ropa de corredor por dos veces, pero cuando piso el asfalto la pereza queda muy atrás, quizás para otro día. No suelo hacer burradas, es decir, suelo correr cuatro, seis u ocho kilómetros a horas temprana. Ayer por ejemplo cuatro. Por la tarde suelo hacer diez o doce kilómetros, en donde suelo hacer mis cambios de ritmo u otro trabajo de calidad.
También es verdad que las endorfinas me acompañan a lo largo de las veinticuatro horas, así que suelo ser mas "feliz" durante mas tiempo y me evado de tantos y tantos problemas en el que estamos sumergido, por lo menos yo y casi seis millones mas de familias.
Esta tarde me voy a hacer diez kilómetros, en ello voy a intercalar cuatro cambios de ritmo de tres minutos, recuperando otros tres minutos con un trote. Necesito espabilar estas piernas que están bastante lentas.
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