A las 8:30 horas empezamos a dar zancadas Antonio, Emilio y yo por el Paraje Natural de Los Montes de Málaga. Al ser un día laborable, había una tranquilidad como antaño, cuando este lugar no era muy conocido por ciclistas, corredores y andarines. Correr por este espacio es, teniendo un poco de fondo, como "has kilómetros y no te das cuenta", y mas si se va acompañado. Quince mil metros en donde solo se escucha nuestros pasos, nuestra respiración y algún águila y mas pájaros. Donde no pisas ni un centímetro de asfalto, hormigón o baldosas, quince kilómetros que da mucho, para el cuerpo y para el alma. Quizás el domingo vuelva otra vez, quizás haga unos centenares más de metros por estos lares, mientras tanto, mañana volveré al Paseo Marítimo y me acerque ha otro Paraje Natural, el de la Desembocadura del Guadalhorce, pero esa será otra historia.
"No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado". Toni Lastra (Corredor, escritor o viceversa)
Por cada corredor que recorre el mundo participando en maratones, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.
Doctor George Sheehan, corredor y filósofo.
Doctor George Sheehan, corredor y filósofo.
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