La noche del sábado fue larga, tan larga que trastornó el plan de correr en la mañana del domingo en la montaña, mas concretamente en los Montes de Málaga. Así pues he corrido a una hora inusual para mi, cerca del medio día. En invierno no queda mal en mi tierra, ya que la temperatura, a pesar de la neblina era ideal para correr y pasear. Pero paseadores , niños con patinetes, ciclistas y un largo etcétera son los obstáculo que me he tropezado en mi correr por el paseo marítimo, haciendo que mi disfrute sea menor en mis 10 kilómetros de recorrido.
Tampoco he ido bien, duermo mal cuando me bebo cervezas de mas y mis piernas han ido muy pesadas, como si fueran de hormigón sobre todo cuando me calcé mis Pegasus después de mis 800 metros descalzo Eso si, de pulsaciones iba fantástico, pero ¿de que me sirve cuando voy mal de piernas? Cierro mi semana con 52 kilómetros recorridos. Eso me hace estar satisfecho.
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