No puede ser, ayer dije en progresión subir de kilómetros y hoy me meto 15 kilómetros de montaña con mi amigo Antonio Blanco. No pude resistirme a la tentación, mis buenas sensaciones de estos últimos días, correr por Los Montes y rodearme de tantos amigos y conocidos han sido los culpables de que me haya permitido ese capricho. Mientras que corríamos a nuestro ritmo, iban y venían los corredores. A los cinco kilómetros mas o menos, los dos juanes, el Infante y el Botella se pegaron a nosotros y el trascurrir de los centenares de metros pasaban de rápido como en un cuenta kilómetros de un coche. Charlando de proyectos y de todo un poco, aeróbicamente, llegamos a nuestro fin.
Correr trae esas satisfacciones, y muchas otras, sobretodo cuando has disfrutado tanto sufriendo tan poco, dosificando y controlando esas zancadas.
3 comentarios:
Publicar un comentario